Cómo obtener una hipoteca en Turquía
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- Publicado el 09.01.2024
Las hipotecas en Turquía son un desafío tanto para locales como para extranjeros. Este artículo explica el complejo proceso, los criterios de elegibilidad y las opciones de financiamiento únicas.
Las hipotecas en Turquía presentan un panorama único, particularmente desafiante tanto para los locales como para los extranjeros. A pesar de los conceptos erróneos comunes, obtener una hipoteca en Turquía puede ser una tarea formidable incluso para los residentes, y las tasas de interés a menudo resultan menos ventajosas de lo previsto. Los bancos de cada ciudad ofrecen paquetes distintos, lo que complica aún más el proceso.
Presentamos un enfoque novedoso para los préstamos hipotecarios. Banco de Participación Ziraat ha presentado un sistema especializado diseñado exclusivamente para extranjeros que residen en el exterior. Sin embargo, esta innovadora iniciativa excluye a los ciudadanos con doble nacionalidad que viven en Turquía, lo que reduce considerablemente los criterios de elegibilidad.
Para embarcarse en este viaje hacia la propiedad de vivienda, las personas primero deben conocer los requisitos previos para abrir una cuenta bancaria. Esto implica proporcionar documentos esenciales, como una copia traducida de su pasaporte visada por un notario turco, comprobante de domicilio mediante facturas de servicios públicos, un número fiscal turco y un depósito sustancial de 10.000 euros bloqueado durante un año.
Además, para obtener el préstamo se requiere documentación adicional, incluidos los registros de nómina de los últimos tres meses y copias de los pasaportes de los cónyuges y de los hijos. Fundamentalmente, la propiedad debe servir como residencia principal del solicitante, con un umbral mínimo de finalización de la construcción del 90% o la elegibilidad limitada a reventa propiedades.
Los posibles compradores deben tener en cuenta el hecho de que los desembolsos del préstamo suelen tener un límite del 50% del valor de tasación de la propiedad. Además, ciertas nacionalidades y residentes de regiones asoladas por conflictos como Siria, Israel, Irán y partes específicas de Ucrania y Rusia no son elegibles para este plan hipotecario.
Un aspecto fundamental de este modelo de financiación es el pago mensual del DAP, denominado en lira turca, al banco. Además, los compradores deben obtener una cobertura de seguro a todo riesgo que cubra incendios, catástrofe turca y accidentes personales.
Al navegar por la laberíntica burocracia, los compradores deben lidiar con honorarios de expertos que oscilan entre 13.000 y 16.000 liras turcas, además de evaluaciones adicionales realizadas por el Oficina de Registro de la Propiedad y Catastro. A pesar de los obstáculos administrativos, el proceso suele concluir en un plazo de dos semanas.
Como salvavidas, los bancos extienden los períodos de pago de hasta 120 meses, acompañados de tasas de interés que oscilan entre el 0,75% y el 1,15% mensual, dependiendo de la duración de pago elegida. Además, esta opción hipotecaria facilita la adquisición de la residencia turca, lo que presenta un atractivo añadido para los posibles inversores.
Para aquellos capaces de saldar sus deudas antes de lo previsto, se les aplica una multa nominal del 2% sobre la suma total, lo que constituye un atractivo incentivo para el pago acelerado.
En conclusión, sortear las complejidades de obtener una hipoteca en Turquía exige una planificación meticulosa y el cumplimiento de criterios estrictos. A pesar de los desafíos, aprovechar soluciones financieras innovadoras ofrece un camino para hacer realidad el sueño de ser propietario de una vivienda en esta nación dinámica y culturalmente rica.
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